Desde los cerros orientales hasta el pulso de la Carrera Séptima, la Universidad de La Salle conecta Bogotá a través de un corredor que atraviesa historia, cultura, salud, formación y sostenibilidad. Las sedes Candelaria, Chapinero y Norte no solo ocupan el espacio urbano: lo habitan, lo humanizan y lo transforman.
Bogotá celebra su cumpleaños 487, y con ello resaltamos los aportes que la universidad hace a la ciudad: una transformación educativa, social, cultural y económica en la capital.
Sede Candelaria, un nodo cultural al servicio de la ciudad
Más que un campus, la sede Candelaria es un Bien de Interés Cultural Distrital y un inmueble de conservación arquitectónica categoría B. Sus muros guardan una memoria viva de la arquitectura urbana, con valores históricos, estéticos y simbólicos protegidos para las generaciones futuras.
Y no es para menos, la sede alberga el Museo de La Salle, un espacio que cumplió 121 años resguardando la historia de la biodiversidad; el Teatro, que luego de 10 años cerrado, volverá a abrir sus puertas a final de mes; y la sala de exposiciones, un nuevo lugar para el arte y la cultura en el corazón de Bogotá.
La espiritualidad también forma parte del legado de La Salle en Bogotá. En Candelaria, la Capilla de la Santa Cruz, que sobrevivió al Bogotazo, permanece como símbolo de memoria histórica.
A esto se suman las labores de Proyección Social, que se extienden hacia los márgenes urbanos de Bogotá, donde las realidades sociales son complejas y desafiantes. A través de al menos 117 proyectos, la Universidad ha impactado directamente a más de 48 mil personas y de forma indirecta a cerca de 30 mil más.
A lo largo de los años, se han llevado a cabo brigadas de atención, planes de gestión del riesgo, procesos de fortalecimiento comunitario, asesorías empresariales y acompañamiento a organizaciones sociales en sectores periféricos. Niños, niñas, personas mayores, mujeres, familias y juventudes han sido parte activa de estas transformaciones, demostrando que el compromiso universitario va más allá del aula y se vive en el territorio.
Sede Chapinero, el corazón administrativo con impacto social
La sede Chapinero, con una arquitectura más contemporánea, acoge la Capilla de Nuestra Señora de la Estrella, un ícono urbano de diseño brutalista que marca presencia cultural en el sector.
Esta sede es reconocida por albergar programas de pregrado, posgrado y técnicos laborales, que abren nuevos espacios de acceso a la educación para el trabajo y el desarrollo humano en la ciudad, con una oferta en constante renovación para responder a los desafíos contemporáneos. Además, se consolida como un centro de innovación, investigación y emprendimiento.
Su Clínica de Optometría es un referente en salud visual y no solo atiende a los bogotanos con equipos de alta tecnología, sino que también realiza brigadas sociales de atención a comunidades vulnerables; a lo largo de los años, ha trabajado con niños, adultos mayores, recicladores y personas con discapacidad.
Allí se destaca también el Laboratorio Instrumental de Alta Complejidad - LIAC, que presta servicios científicos de análisis fisicoquímicos y microbiológicos, que permiten atender necesidades específicas de entidades públicas, privadas, investigadores y empresarios.
Este compromiso se refleja también en el impulso a la investigación científica, desde donde se generan soluciones aplicadas a problemáticas locales, urbanas y rurales.
Sede Norte, un eco campus que conecta con el territorio
Con más de 9.200 m² dedicados a lo agropecuario y ambiental, la sede Norte dispone de ocho laboratorios especializados, huertas demostrativas, dos plantas de alimentos y un amplio campo de exposiciones que alberga ferias, eventos educativos y actividades agroinnovadoras.
La Clínica Veterinaria, abierta al público en la ciudad, ofrece servicios profesionales médico-quirúrgicos y de laboratorio clínico en grandes y pequeñas especies. Un espacio que está al servicio de la comunidad a través de brigadas sociales que salvaguardan el bienestar de la vida animal en la capital.
La Bogotá rural y el pulmón verde
Nuestras sedes también son un pulmón verde para Bogotá. El Inventario Forestal registra cada árbol de nuestros campus como parte de un ecosistema urbano que purifica el aire, conserva los suelos y sustenta la biodiversidad. Este proyecto es una herramienta activa que impulsa estrategias ambientales responsables.
Además, a lo largo de los años, la universidad ha consolidado su compromiso con el desarrollo de la Bogotá rural mediante una sólida estrategia de extensión. La institución se ha vinculado activamente con jóvenes, productores y comunidades en general, enfocando su labor en fortalecer la educación, el tejido social y las capacidades locales en las zonas más apartadas de la ciudad, a través de proyectos que integran la formación, la innovación pedagógica y el acompañamiento territorial.
61 años después
La historia de La Salle en Bogotá es también la historia de una relación profunda con su gente, su territorio y su futuro.
Desde la conservación del patrimonio hasta el impulso educativo, social y ambiental, cada sede representa un compromiso vivo con la capital.
En su cumpleaños 487, celebramos no solo una ciudad, sino un vínculo que se fortalece cada día en aulas, barrios, parques y comunidades. Porque La Salle no solo habita Bogotá, la transforma.

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