Durante mucho tiempo se pensó que la resiliencia era una cualidad humana que beneficiaba solo algunas personas, sin embargo, a lo largo de los años, diferentes estudios han demostrado que la resiliencia es una habilidad susceptible de ser aprendida. La resiliencia es una habilidad que implica reconocer y gestionar nuestras emociones y que permite establecer una estrategia para afrontar una situación adversa o una situación que ocurre de forma inesperada y genera algún tipo de conflicto. En general, es la capacidad para sobreponernos ante una dificultad.
El camino hacia la resiliencia empieza con el autoconocimiento de nuestras habilidades y capacidad de comprender y ser flexibles ante las situaciones difíciles que nos permitirán adaptarnos mejor a la realidad. Aceptar, aprender, reinventarse y pedir ayuda hacen parte de las estrategias de la resiliencia, incluyendo la importancia que tienen las redes de apoyo como la familia, los amigos o las instituciones, en momento complicados.
En este proceso es importante reconocer que, en la vida existirán factores fuera de nuestro control sobre los cuales no podremos hacer nada, pero si cambiar la actitud hacia esa situación difícil, observándola como una oportunidad de aprendizaje y crecimiento personal y social.
Te invitamos a ser resiliente en tiempos difíciles, poniendo en práctica estas recomendaciones.
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