Hoy, en la Universidad de La Salle, conmemoramos con orgullo y profunda gratitud la vida y obra de San Juan Bautista de La Salle, patrono universal de los educadores.
Su figura, inspiradora y transformadora, sigue guiando nuestro camino como comunidad educativa lasallista. San Juan Bautista de La Salle fue un hombre que supo ver en la educación un acto de fe, esperanza y transformación social. Con visión revolucionaria, dedicó su vida a enseñar a los más necesitados, convencido de que educar es dignificar, liberar y construir futuro.
Su legado no se limita a la fundación de escuelas. Fue creador de comunidad, sembrador de valores, innovador en metodologías pedagógicas y un ferviente defensor del acceso equitativo al conocimiento. En cada maestro y maestra que enseña con amor y compromiso, en cada aula donde se respira respeto y fraternidad, vive La Salle.
En esta fecha especial, rendimos homenaje a un hombre que no solo transformó la educación, sino también el alma de quienes enseñan. Su ejemplo nos llama a formar seres humanos integrales, libres, justos y comprometidos con el bien común.
Celebramos a San Juan Bautista de La Salle como profeta de la educación. Su legado, más vigente que nunca, nos recuerda que educar es un acto profundamente humano y cristiano, un acto de amor que toca vidas y enciende esperanzas.
Que esta conmemoración renueve nuestro compromiso con una enseñanza que no solo informe, sino que transforme. ¡Gracias, La Salle, por enseñarnos a enseñar!
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