La Universidad de La Salle vivió una jornada de orgullo y celebración con la entrega de las Becas Académicas de Honor. Más que un reconocimiento, estas becas son un abrazo simbólico al esfuerzo, la constancia y la pasión por aprender de quienes, día tras día, dan lo mejor de sí en las aulas, los laboratorios o frente a una pantalla.
En total, se entregaron 168 becas a estudiantes de pregrado y posgrado en las sedes de Chapinero, Candelaria y Norte. Un número que habla, sí, de logros académicos, pero también de historias personales que inspiran.
Pregrado: 116 becas, con coberturas del 75 %, 50 % y 25 %, otorgadas a estudiantes de programas presenciales, virtuales, a distancia y tecnológicos.
Posgrado: 52 becas del 25 % para quienes cursan estudios de especialización, maestría o doctorado en diversas modalidades.
Y es que detrás de cada beca hay noches de desvelo, apuntes subrayados con esmero, y una fuerza interior que no siempre se ve, pero que se siente. Estas becas reconocen el desempeño durante el segundo semestre de 2024, de acuerdo con los criterios definidos por el Consejo de Coordinación.
Las ceremonias, llenas de emoción contenida y sonrisas cómplices, contaron con la presencia de decanos, docentes, familias y miembros del Consejo de Coordinación. Hubo aplausos, miradas que decían más que las palabras, y un homenaje sencillo pero sincero a quienes acompañan desde casa: madres, padres, hermanos, abuelos, parejas. Porque la verdad es que nadie transita solo el camino del conocimiento.
Este momento es, en esencia, un recordatorio de lo que mueve a nuestra comunidad: una educación que no solo busca saber más, sino también ser más. Que apuesta por la excelencia con sentido, y cree en el mérito como chispa de transformación personal y social.
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