Profesores lasallistas con más de 20 años de experiencia en la universidad, comparten su visión sobre el impacto de nuestro modelo educativo en el país.
El programa de Administración de Empresas de la Universidad de La Salle ha formado, por más de 50 años, profesionales con visión humana, capacidad emprendedora y compromiso social.
En este recorrido han sido clave los profesores que han acompañado a cientos de estudiantes en su formación integral, dentro y fuera del aula.
Dos de ellos, Rodrigo Mondragón y José Gregorio Medina, son reconocidos por sus más de 20 años de servicio en la institución.
Ambos docentes, con trayectorias destacadas y un fuerte vínculo con la comunidad universitaria, reflexionaron sobre lo que significa ser profesor lasallista y formar parte de un programa que ha evolucionado para responder a los desafíos del presente.
“Ser profesor lasallista es compartir el conocimiento desde la fraternidad”
Para el profesor Rodrigo Mondragón, quien llegó a la universidad en 2005, el sello distintivo del modelo educativo de La Salle es el acompañamiento cercano a los estudiantes y la transmisión de valores:
“Es una gran alegría personal poder aportar a nuestra sociedad a partir de nuestros conocimientos y compartir valores tan importantes en nuestros estudiantes a través del acompañamiento fraterno como eje fundamental de la pedagogía lasallista”.
Mondragón ha sido testigo de las transformaciones del programa, que actualmente pertenece a la Facultad de Economía, Empresa y Desarrollo Sostenible (FEEDS). Como docente, asegura que su mayor motivación sigue siendo la oportunidad de formar a nuevas generaciones con visión de futuro:
“Me motiva bastante la oportunidad de poder compartir mis conocimientos con las nuevas generaciones y aportar de esta manera a la sociedad”.
Una pedagogía que pone al ser humano en el centro
Por su parte, José Gregorio Medina, con 23 años de experiencia en la universidad, enfatiza que el modelo lasallista va más allá de los contenidos:
“Aquí la educación se centra en el ser: se privilegia al ser humano. El segundo gran componente es el técnico-profesional. Enseñamos conceptos con sentido, para que los estudiantes puedan transformar su vida y su entorno”.
El profesor Medina destaca cómo el programa ha sabido adaptarse al cambio, desde la reducción del número de semestres hasta la reciente apertura de la modalidad virtual.
“Hoy hablamos de un programa más contemporáneo, mucho más global. La nueva generación de estudiantes nos reta a repensar nuestras metodologías y formas de enseñar”.
Un compromiso que transforma
Ambos docentes coinciden en que uno de los valores más significativos de la experiencia lasallista es la fraternidad vivida desde todas las instancias:
“Aquí la fraternidad no es solo profesor-estudiante. El hermano rector te saluda, te reconoce. Los vicerrectores caminan contigo por el campus. Esa cercanía no es común en muchas universidades”, afirma el profesor Medina.
A lo largo de cinco décadas, el programa ha impulsado proyectos de consultoría, investigación, emprendimiento e innovación, y se ha consolidado como un referente nacional.
“Los retos para los profesores son permanentes, porque la constante es el cambio. Hoy más que nunca, debemos entender el impacto de la tecnología y encontrar maneras de mantener el acompañamiento fraterno incluso en la virtualidad”, concluye el profesor Mondragón.
El programa de Administración de Empresas de la Universidad de La Salle representa vocación, excelencia y visión social. Una historia escrita por sus docentes y estudiantes, que sigue transformando el país desde las aulas.

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