Chemical Tech: Un Ecosistema de Innovación y Formación en Ingeniería Química

El 2025 marcó un nuevo hito para la educación en ingeniería química con la premiación y cierre del CHEM TEC IV, un evento académico que ha logrado consolidarse como punto de encuentro para la creatividad, el conocimiento y la innovación. Este año, el encuentro se llevó a cabo en las instalaciones de la Universidad de La Sabana, donde los estudiantes del Programa de Ingeniería Química (PIQ) de la Universidad de La Salle participaron activamente, acompañados por el ingeniero Hamilton Carrillo en el marco del espacio académico Ingeniería de las Reacciones. Allí presentaron sus diseños de reactores desarrollados a lo largo del semestre, demostrando no solo su capacidad técnica sino también su comprensión profunda de los procesos en ingeniería química y su aplicación a escala funcional.

Detrás de este evento se encuentra una apuesta formativa decidida por parte la Universidad de La Salle. Desde hace 3 años, Chemical Tech se ha erigido como una iniciativa de gran impacto pedagógico que nace del curso Ingeniería de Reacciones, y que ha sido liderada por el ingeniero David Carrillo. Su propuesta es clara: convertir el aula en un laboratorio vivencial, donde los estudiantes no solo comprendan los principios de la cinética y el diseño de reactores, sino que también los vivan, los experimenten y los materialicen. Esta metodología pedagógica se enmarca en los principios del aprendizaje activo y las metodologías STEM (Ciencia, Tecnología, Ingeniería y Matemáticas), posicionando la práctica como eje articulador del conocimiento.

Una apuesta por la integración tecnológica

Uno de los grandes diferenciales del Chemical Tech es su enfoque en la integración tecnológica. A través del uso de herramientas como Arduino, programación, sensores y sistemas de control automatizado, los estudiantes son capaces de diseñar y construir prototipos de reactores funcionales que simulan procesos industriales reales. Esta experiencia va más allá del aprendizaje conceptual y se adentra en los terrenos de la ingeniería aplicada, permitiendo a los futuros ingenieros desarrollar competencias técnicas, pensamiento crítico y habilidades para la resolución de problemas reales.

Estos logros no son menores. La implementación de estas tecnologías desde el pregrado anticipa el lenguaje de la industria 4.0 y prepara a los estudiantes para insertarse en un entorno laboral cada vez más digitalizado y automatizado. La Facultad de Ingeniería de La Salle ha entendido esta necesidad del contexto y ha diseñado sus estrategias pedagógicas en consonancia con los desafíos del presente y las demandas del futuro.

El Chemical Tech también ha sabido trascender las fronteras institucionales. Cada edición cuenta con la colaboración de universidades aliadas como la Universidad de La Sabana en esta última entrega, además de la participación de investigadores del sector industrial. Este componente interinstitucional fortalece la experiencia formativa y permite establecer un puente vital entre la academia y la industria. La transferencia de conocimiento no solo se hace posible, sino que se convierte en un componente esencial del proceso educativo.

Este enfoque colaborativo ha generado frutos destacables. Tal es el caso de Sebastián Cordero y Valeria Riveros, estudiantes del PIQ que han participado activamente en todas las ediciones del evento. Su compromiso con la investigación aplicada los llevó a presentar sus resultados en el Encuentro Nacional de Estudiantes de Ingeniería Química (ENEIQ) 2024, donde su trabajo fue ampliamente valorado. Además, bajo la mentoría del ingeniero Carrillo, ambos coescribieron un artículo científico en el que exploran el uso de prototipos funcionales como herramienta pedagógica, aportando así a la renovación de las prácticas docentes en ingeniería.

Chemical Tech: Más que un evento, un ecosistema de aprendizaje

El Chemical Tech no es simplemente un evento académico anual. Es un ecosistema formativo donde convergen la educación, la investigación y la innovación. Este espacio ha logrado sembrar en los estudiantes la semilla de la curiosidad científica y el espíritu creativo, valores fundamentales para la construcción de una sociedad más crítica, propositiva y tecnológicamente avanzada. La experiencia no termina con la presentación de los prototipos; continúa en los laboratorios, en los semilleros de investigación, en las publicaciones científicas y en el pensamiento reflexivo de cada participante.

La Universidad de La Salle reafirma con cada edición su papel de liderazgo en la educación superior, no solo desde lo académico, sino desde un compromiso ético con la transformación social. Esta iniciativa demuestra que la ingeniería no se enseña únicamente con libros o fórmulas, sino también con desafíos reales, con prototipos que funcionan, con estudiantes que se equivocan y aprenden, con docentes que inspiran y acompañan.

El cierre de CHEM TEC IV-2025 deja en claro que la ingeniería química puede enseñarse de forma innovadora, interdisciplinaria y práctica. El trabajo conjunto de docentes como el ingeniero Manuel Valero, el liderazgo del ingeniero David Carrillo, el entusiasmo de los estudiantes y el respaldo institucional, han hecho de este evento una plataforma de formación de altísimo nivel. En tiempos en los que la educación enfrenta múltiples desafíos, experiencias como esta nos recuerdan que la mejor la mejor manera de preparar a los ingenieros del futuro es enfrentándolos, desde el presente, a los problemas reales de la sociedad, dándoles las herramientas para transformarlos.